La esencia primaria que representa el ideal del Instituto Nauta defiende la importancia del legado Español en América. Desde ese punto de partida visualizamos la unión donde convergen las costumbres y tradiciones de los países y pueblos que se reconocen orgullosos en nuestros modos de vida. Una ventana abierta al intercambio fluido y a la exhibición permanente de las tradiciones populares entre España y América. Donde olores, colores y sabores se entremezclan para dotar de sentido y contenido a un espacio único que apuesta por la diversidad cultural, el desarrollo sostenible, la igualdad de género y la cohesión social.
Su principal objetivo será el fomento de las relaciones sociales, educativas, culturales y económicas con aquellos países donde, a lo largo de la historia, el legado de España deja constancia de su huella a través de su propio nombre y de los hombres y mujeres que de ella partieron, nacieron o vivieron, para hacer de este mundo un lugar más hospitalario, humano y plural. Nuestras señas de identidad.
Además, y por todo ello, debemos saber abrirnos al reencuentro y al diálogo entre los países, ciudades y pueblos de
E l M e s t i z a j e U n i v e r s a l debe posicionarse y proyectar su riqueza expresiva y multidisciplinar. Debe reconocer la grandeza de su mezcla y poner en alza su potencial social, educativo y cultural. Por ser fiel reflejo de un estilo de vida abierto y fraterno, donde convergen pasado y futuro, tradición y novación, representados por las diferentes étnicas y razas que conviven hermanadas y comprometidas.
He aquí la necesidad justificativa de reconocer a cuantos personajes de relieve contribuyeron a estrechar los lazos de unión entre España y América.
Entre ellos, el cordobés Gonzalo Jiménez de Quesada, Adelantado del Nuevo Reino de Granada , h o yColombia, y fundador de su capital Bogotá.
Así como señalar otros nombres ilustres, como el virrey Mesía de la Cerda y el arzobispo-virrey Caballero y Góngora, que relacionan indivisiblemente a la ciudad de Córdoba con la actual República de Colombia.
✦ Reflejos de Córdoba en Colombia
Gonzalo Jiménez de Quesada
Adelantado de Nueva Granada | Quesada en Córdoba |
Fundador de Bogotá | ![]() |
En palabras del prestigioso académico e hijo predilecto de Córdoba D. José de la Torre y del Cerro: “Era cordobés y no granadino, como se ha supuesto; hijo segundo y primero de los varones de don Gonzalo Jiménez y de doña Isabel Jiménez o de Quesada; nieto por la línea paterna de Fernando González, linero de profesión, y por la materna de Gonzalo Fernández de Chillón, maestro tintorero, d e s u p r i m e r a e s p o s a M a r í a Fernández. Nació en el año de 1499 en casa de su abuelo materno, situada en el arrabal de la ermita de Nuestra Señora de la Fuensanta, frente a la puerta de Baeza, y fue bautizado en la parroquia de Santiago”.
Córdoba: la cuna.
La ubicación de la casa natal cordobesa de Gonzalo Jiménez de Quesada, fundador de Bogotá en Colombia, es hoy señalada por una placa en su memoria y recuerdo. Se encuentra en la Av. Campo Madre de Dios, en el barrio de la Fuensanta.
En su origen, se levantaba en el solar que hoy ocupa la iglesia Campo Madre de Dios. Fue tintorería, regentada por su abuelo materno. Extramuros, frente a la antigua puerta de Baeza, al límite del casco histórico de la ciudad de Córdoba.

Iglesia Campo Madre de Dios (1900)
El origen cordobés del Adelantado Gonzalo Jiménez de Quesada
“Y porque la vida de un hombre de tanta importancia como fue el Adelantado, y a quien tanto debe este Reino, como a su primer descubridor y poblador, no se quede sin saber, no podrá excusar la historia el decirla en este lugar.
Nació el Licenciado Don Gonzalo Jiménez de Quesada, Adelantado de este Nuevo Reino de de Granada, en los Reinos de España, en la ciudad de Córdoba, insigne por tantos títulos; llamábase su padre el Licenciado Jiménez, jurista, y su madre Isabel de Quesada, ambos de sangre noble y naturales de la misma ciudad, d o n d e h u b i e ro n d u r a n t e s u matrimonio, entre otros hijos, este, y donde se crió en su niñez en el barrio y colación de Nuestra Señora de la Fuen Santa”.
Noticias Historiales de las Conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales
Fr. Pedro Simón, 1626.

Nuevo Reino de Granada (1631)

Retrato de Gonzalo Ximenez de Quesada
Palacio Liévano – Alcaldía Mayor de Bogotá

Rúbrica de Gonzalo Ximenez de Quesada
Licenciado
Gonzalo Jiménez de Quesada fue licenciado en derecho por la prestigiosa Universidad de Salamanca. Profesión que defendería con empeño y sabiduría hasta el final de sus días.
Para Eduardo Santa, miembro de la Academia Colombiana de Historia: “Entre esos miles de aventureros de alma recia, salidos en su gran mayoría de los bajos fondos sociales…venía extraviado un verdadero caballero andante, a quien su apego por la justicia le había hecho abrazar la carrera de abogado y a quien su idealismo le había hecho historiador y letrado. Se llamaba Gonzalo Jiménez de Quesada.”
Adelantado
A los 37 años parte para América, en calidad de Justicia Mayor, junto a la expedición impulsada por Pedro Fernández de Lugo, Gobernador de Santa Marta. Posteriormente se le encomienda la exploración del Rio Magdalena, como vía alternativa para llegar al Perú, con el rango de Teniente General.
En 1538, adentrándose en territorio de los Muiscas, llega a la sabana de Bacatá dominada por el Zipa Tisquesusa. El 6 de agosto de ese mismo año funda la ciudad de Bogotá, convirtiéndola en capital de todo el territorio bautizado como Nuevo Reino de Granada. Y que regentará con el título de mariscal a partir de 1551. Y como Adelantado a partir de 1565.

Óleo de Jimenez de Quesada
por Ricardo Acevedo Bernal

Distribución de los Pueblos Nativos

Fundación de Santafé de Bogotá
Óleo de Pedro Quijano
Los Últimos días de Jimenez de Quesada
Su última incursión aventurera le llevó a perseguir la leyenda de la mítica ciudad del Dorado. Búsqueda infructuosa a la que dedicó 3 años, entre 1570 a 1573.
La grandiosidad de los pueblos Muiscas para trabajar el oro y la abundancia de este preciado metal hizo creíble la leyenda del Dorado entre los españoles. Su búsqueda de la ciudad idílica concluyó sin resultados y con funestas y calamitosas consecuencias, dejándolo en la más absoluta ruina económica.
Agotado y enfermo de lepra, se retiró a su casa de campo en Suesca, donde completó las crónicas de sus campañas militares. Finalmente hallaría la muerte el 16 de febrero de 1579 en la ciudad de Mariquita a la edad de 81 años.
Nunca contrajo matrimonio, por lo que no dejó herederos directos. En su testamento declaró que moría en suma pobreza y adeudado y que no le pusieran mas epitafio que éste: Especto
Resurrectionem Mortuorum
Mientras, a la espera de su resurrección, la ciudad de Bogotá continuó caminando en el tiempo.
La leyenda del Dorado
O r f e b r e r í a d e o r i g e n Muisca que destaca por lacomplejidad de la técnica y la alta pureza del metal. Actualmente, estas piezas se exhiben y conservan en el Museo del Oro de Bogotá
✦ Reflejos de Córdoba en Colombia
Pedro Mesía de la Cerda
6° Virrey de Nueva Granada
El 13 de marzo de 1760 se le nombró virrey, gobernador y capitán general de Nueva Granada y presidente además de la Real Audiencia, cargos de los que tomó posesión el 24 de febrero de 1761. Le acompañaba su médico personal, el celebérrimo José Celestino Mutis, uno de los más destacados científicos españoles de la Ilustración.
Córdoba: la cuna.
Pedro Lázaro Rodrigo Joseph Mesía de la Cerda y de los Ríos, tal como fue bautizado, vino al mundo un 11 de febrero de 1700 en Córdoba. Fueron sus padres Luis Rodrigo Mesía de la Cerda, II marqués de la Vega Armijo, y Ana de los Ríos. Estando el marquesado de la Vega de Armijo ubicado en el pueblo cordobés de Montoro.

Retrato de Pedro Mesía de la Cerda
obra de Joaquín Gutiérrez
(Museo de Arte Colonial, Bogotá)
La Armada y la Orden de Malta
A la edad de quince años ingresó en la Armada como guardia marina; entonces ya pertenecía a la Orden de Malta; años después fue comendador de ella.
En 1726 recibió el ascenso a alférez de navío; en 1733 fue promovido a teniente de navío y como comandante de una fragata viajó a las costas de Chile y Perú. En 1745 fue ascendido al grado de capitán de navío y se le asignó al mando del San Ignacio de Loyola, alias Glorioso.

El Glorioso
obra de Augusto Ferrer – Dalmau
(Museo Naval, Madrid)
Capitán del Glorioso
Navío San Ignacio de Loyola
Los últimos 90 días del San Ignacio de Loyola:
El 25 de julio de 1747 el Glorioso, de 70 cañones, regresaba a España transportando valores desde Veracruz; frente a las Azores recibió el ataque de un navío y una fragata, armados con 104 cañones; El Glorioso, bajo mando del capitán Mesía de la Cerda, venció en el combate.
El 14 de agosto, frente a Finisterre, rechazó nuevamente el ataque de un navío, y dos fragatas. Días después, frente al cabo de San Vicente, fue atacado por dos fragatas y diez bajeles, hundiendo uno, causándoles la huida y grandes destrozos.
El 19 de octubre, sin embargo, el Glorioso se rinde agotadas sus municiones. En el momento de la captura Mesía de la Cerda estaba herido, al igual que otros 130 hombres de su tripulación; otros 33 habían perdido la vida.
El capitán fue hecho prisionero. Y rápidamente canjeado. Puesta en conocimiento del Monarca su valentía y heroicidad, Carlos III firmó una Real cédula nombrándolo Gentil Hombre de Cámara de S. M. con entrada.
El Glorioso se había enfrentado solo, y casi sin reposo, contra cuatro navíos y siete fragatas. El equivalente a toda una escuadra enemiga. Siendo el resultado de sus combates: un navío y una fragata hundidos y el resto seriamente dañados.
En 1755 fue ascendido a Teniente General de la Real Armada. En 1760, fue nombrado virrey, gobernador y capitán general de Nueva Granada.

EL último combate del Glorioso obra de Augusto Ferrer-Dalmau (Museo Naval, Madrid)

Teniente General de la Real Armada
Pedro Mesía de la Cerda
(Museo Naval, Madrid)
Virrey de Nueva Granada
Pedro Mesía de la Cerda
El 13 de marzo de 1760, mediante Real Decreto, Mesía de la Cerda fue nombrado virrey del Nuevo Reino de Granada.
Para cumplir con su nuevo destino, en septiembre embarcó rumbo a Cartagena de Indias. En su viaje le acompañaba, como su médico personal, José Celestino Mutis, galeno y naturalista gaditano, célebre por haber promovido y dirigido la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada.
Su gobierno se prolongó 12 años, hasta 1772. Entre sus obras administrativo-militares sobresalen el cierre de Bocagrande y el refuerzo de la escollera y demás fortificaciones de Cartagena de Indias. También actuó en Panamá, Santa Marta y Guayaquil.
Como obras civiles de utilidad pública, encargó el arreglo del camino del Camellón, principal vía de acceso a la capital Bogotá. Fundó la Fabrica de Pólvora de Bogotá. Mejoró el servicio de Correos. Y, por recomendación de Mutis, en 1762 dispuso la creación de la Cátedra de Matemáticas y los estudios de Astronomía y Ciencias Físicas y Naturales.
En 1768 organizó la creación de la Biblioteca Pública de Bogotá, hoy Biblioteca Nacional de Colombia, inaugurada 1776 en el Palacio de San Carlos, actual Ministerio de RREE de Colombia.
En 1770, le fue concedida autorización real para la apertura del primer colegio femenino organizado en Hispanoamérica. Institución pionera que buscaba la formación integral de la mujer.
Finalmente, abrió sus puertas el 23 de abril de 1783, bajo la administración del arzobispo – virrey Antonio Caballero y Góngora.
Relación de Estado de Nueva Granada
Relación del estado del Virreinato que hace el Excmo. Sr. D. Pedro Mesía de la Cerda a su sucesor.
Bogotá, 14 de septiembre 1772
EXCMO. Sr.:
Muy Sr. mío: no obstante de que verbalmente pienso referir a V.E. el actual estado de este Virreinato y concepto formado en el espacio de casi doce años que ha estado a mi cargo, paso, en cumplimiento de la ley de indias que lo ordena, a significar a V.E. el que tiene el Gobierno, y como queda, siguiendo la división en c u a t r o c l a s e s d e Religión, Hacienda, Gobierno y Guerra, limitándome a los más substancial y preciso.
✦ Reflejos de Córdoba en Colombia
Antonio Caballero y Góngora
10° Virrey de Nueva Granada
No menos glorioso resultó el gobierno del virrey Antonio Caballero y Góngora. Cuyo mandato se caracterizó por aglutinar el mayor poder concentrado por un solo hombre en la América Hispánica. Fue Caballero y Góngora virrey de Nueva Granada, Capitán General, Presidente de la Audiencia y Arzobispo de Bogotá, desempañando todos estos cargos al mismo tiempo durante un periodo de casi siete años. Terminó sus días Caballero y Góngora como obispo de Córdoba.
De cuna cordobesa
Antonio Pascual de San Pedro de Alcántara Caballero y Góngora. Nace en Priego de Córdoba en 1723, siendo su padre Juan Caballero y Espinar, escribano, regidor y alcalde del cabildo, y su madre la cordobesa Ana Antonia de Góngora.
Estudió en Granada, donde se licenció en teología. En 1750 fue nombrado capellán de la capilla de los Reyes Católicos de la catedral granadina. En 1753, obtuvo la Canonjía Lectoral de Córdoba, donde sirvió durante veintidós años, dejando fama de gran orador.
En1775 fue elegido obispo de Mérida en Yucatán. Fue consagrado obispo de Mérida en la catedral de La Habana de Cuba y tomó posesión de su sede desde la ciudad de Campeche en 1776.

Antonio Caballero y Góngora
Obra de Francisco Agustín Grandes (Museo Diocesano de Córdoba)
Leyenda inferior de la obra de
Agustín Grandes, donde se lee:
“El Excmo. e Ilustro. SR. D. Antonio Caballero y Góngora, Caballero Prelado, Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III. Obispo de Yucatán en América y después Arzobispo de Santa Fe de Bogotá en el nuevo Reino de Granada el cual pacificó y gobernó como Virrey, Gobernador y Capitán General y Presidente de su Real Audiencia, hasta que hecha renuncia de dichos empleos fue trasladado en el 1788 a esta silla de Córdoba, donde murió el 24 de marzo de 1796, Postulado Candidato de la S.Y.R. por N.C.M. el Sr. Carlos IV.”
Obispo de Mérida
Culto e Ilustrado
En 1776, Caballero y Góngora tomó posesión como Prelado de Mérida. Arribó al puerto de Campeche, donde fue recibido con entusiasmo. Su equipaje personal despertó gran curiosidad: sesenta y ocho cajones, veintiún baúles, cuatro fresqueras, dos canastillas, un tonel y un largo rollo de lienzos que conformaba su pinacoteca.
Cuando mandó inventariar sus bienes, se supo que llevaba consigo treinta y ocho cajas de libros, un enorme monetario de plata, ornamentos pontificales, ropa de gran elegancia y una relación de pinturas con obras de Murillo, Rubens o Giordano. Lo que reafirmaba que Caballero y Góngora era uno de los grandes ilustrados de la época, cercano al Rey Carlos III, cultivado por y para la la fe, las artes y las letras.
Arzobispo de Bogotá
En 1777 fue nombrado arzobispo de Bogotá. Partió de Méjico con su enorme equipaje y llegó a Cartagena de Indias, donde pasó un tiempo de espera.
Tomó posesión de la sede de Bogotá el 23 de mayo de 1779, presentando las bulas, las ejecutoriales y los juramentos de rigor. Se le preparó un recibimiento muy ceremonioso, acorde con sus refinados gustos. El deán le impuso el palio y el nuevo Arzobispo dio su bendición al pueblo de Nueva Granada.
Durante su gobierno religioso se reajustó la arquidiócesis mediante la creación de los obispados de Mérida, en Venezuela, y Cuenca, en Ecuador.
Colección de pinturas y otros objetos personales Caballero y Góngora:
L a c o l e c c i ó n e s t a b a conformada por obras de destacados artistas entre l o s q u e s e c o n t a b a n nombres como los de Pedro Pablo Rubens, Alonso Cano, Bartolomé Esteban Murillo, Luca Giordano o José de Ribera entre otros. Una valiosa colección numismática compuesta por más de 6.000 piezas. Así como 68 camafeos de diferentes piedras preciosas.
Archivo General
Obispado de Córdoba

Antonio Caballero y Góngora
Obra de Pablo García del Campo (Museo de Arte Colonial, Bogotá)
Virrey de Nueva Granada
Antonio Caballero y Góngora
El 15 de junio de 1782, siendo Arzobispo de Bogotá, Antonio Caballero y Góngora juró como Virrey, Gobernador y Capitán General de Nueva Granada y Presidente de la Real Audiencia.
Su labor virreinal fue extremadamente eficiente y prolija, en todos los ámbitos de su actuación, a destacar:
- En lo religioso: envió misioneros a los territorios más convulsos para que predicaran la paz y la obediencia al Rey. Instauró los obispados de Mérida y Cuenca. Regaló su valiosa biblioteca al Arzobispado.
- En lo militar: amplió y mejoró el ejército de Nueva Granada, que solo existía en la costa. Reforzó los bastiones militares de la costa para mejorar las defensas frente a los ataques ingleses.
- En lo social: pidió a la Corona que desistiese de realizar nuevas reformas fiscales, para evitar más levantamientos. Equipó el Virreinato de una red de establecimientos sanitarios anteriormente inexistentes. Procuró la modernización de la agricultura y promocionó la creación de nuevos estancos de canela, palo de Brasil o quina en todo el territorio.
- En lo cultural y educativo: promovió un proyecto de Universidad Pública en Nueva Granada. Inició el funcionamiento del Colegio de la Enseñanza para la formación femenina, promovido en su origen por Mesía de la Cerda. Dispuso el censo general de Nueva Granada que dio una población de 1.2 millones en 1778. Y fundó, a su costa, la Expedición Botánica para el estudio de la flora del Nuevo Reino de Granada, bajo la dirección del celebre José Celestino Mutis.
Relación de Estado
D e l N u e v o R e i n o d e
G r a n a d a q u e h a c e e l
A r z o b i s p o O b i s p o d e
Córdoba a su sucesor.
Turbaco, 20 de febrero de 1789
El dilatado espacio de más de diez años que he permanecido e n e s t e R e i n o ; l a d o b l e autoridad de Arzobispo y Virrey que en los seis y medio últimos he representado en él; mis casi continuas peregrinaciones por varias de sus Provincias; las t e r r i b l e s c o n v u l s i o n e s felizmente cortadas que sufrió su antigua fidelidad; los varios proyectos, establecimientos y reformas, y finalmente las o p e r a c i o n e s p o l í t i c a s , reglamentos económicos y expediciones militares en que me he ejercitado durante mi Gobierno, me suministran las luces necesarias para cumplir con lo que la ley municipal de estos Reinos me ordena, y manifestar á V. E. el estado en que se hallaba este Reino á mi ingreso en el mando, las providencias que he tomado para su restablecimiento у felicidad y las que me parece convendrían para su progresivo fomento.
La Expedición Botánica
Del Nueva Reino de Granada
El virreinato de Caballero y Góngora será celebre para la historia por la Expedición Botánica que realizó, inicialmente a su costa, siguiendo los consejos y la dirección de Celestino Mutis. El virrey tuvo buena amistad con el sabio naturalista gaditano que llegó a Nueva Granada como médico personal del también cordobés Mesía de la Cerda.
El 1 de abril de 1783 se fundó la Real Expedición Botánica, con carácter provisional. Dedicada al fomento del estudio de la botánica, la mineralogía, la química, la zoología, las matemáticas y la astronomía. La expedición fue reconocida por Carlos III en noviembre de 1783 y la Corona asumió los futuros gastos. Los estudios resultantes serán determinantes para la formación de los nuevos científicos. Mutis dejó una obra académicamente inmensa que se conserva en el Botánico de Madrid. En reconocimiento a tal gesta, el Jardín Botánico de Bogotá lleva el nombre de José Celestino Mutis
Para honrar la perpetua memoria de Caballero y Góngora, Mutis denominó una nueva especie de orquídea con el nombre de variedad Góngora. La orquídea hoy es la flor oficial de Colombia.
Obispo de Córdoba
El 15 de septiembre de 1788 fue nombrado obispo de Córdoba. Previamente, había solicitado al Rey la renuncia de todos sus cargos. A finales de 1789 estaba ya al frente de la diócesis, donde ejerció su apostolado hasta que murió el 24 de marzo de 1796. Tenía 72 años. Días antes, el 16 de marzo, había sido propuesto para el capelo cardenalicio.
“No he tenido a la vista sino el servicio de Dios, del Rey y de la Nación»
Detalles de láminas interiores de la edición impresa Expedición
Botánica de José Celestino Mutis al Nuevo Reino de Granada. 1909

Antonio Caballero y Góngora
Obra de Manuel Salvador Carmona
(Museo del Prado, Madrid)